La vida a veces se torna ya muy pesada. Uno apenas, miserable e insignificantemente débil y leve. ¿Cómo cargar con el peso de la propia existencia, y además llevar a cuestas los pesos ajenos? ¿Cómo enfrentar un nuevo día, con la renovada motivación y fortaleza suficiente, si el camino se vuelve angosto y mis pasos no son los acertados? Cada vez más grande soledad. Cada vez más insoportable levedad.
lunes, 6 de julio de 2009
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