domingo, 16 de mayo de 2010

SOMBRAS MELANCÓLICAS

La noche cobija mis tristes pensamientos, mientras la luna, oculta y escondida detrás de antifaces de artificio, no ilumina más mis ilusiones. Me acuesto sobre un baúl de decepciones y recuerdo las intransigencias de mi espíritu orgulloso, traicionado por sus propios vericuetos. Me compadezco inútilmente y me pongo de acólito a las justificadas razones de otros, a quienes no solo autorizo, sino que patrocino como orgulloso pelele, ocupen mi lugar en el altar de un amor que se ha hecho ya imposible. Me olvidaré de las melancolías anteriores, solo para abrir paso a las que van llegando a raudales. Esperé una respuesta en tu mirada, una sonrisa en tus palabras, una clave sincera en tus inquietantes gestos; pero descubrí que mi juego estaba perdido, bastándome solamente la paradójica complacencia por la felicidad ajena.