jueves, 16 de abril de 2009

TRANSPÓRTAME


-No te recuestes en tu cama todavía, no lo hagas porque te atraparé.
-Deseo descansar, no puedes impedirlo, no controlas mis sentidos.
-¿Todavía te crees tan fuerte? Siempre tan ingenuo, ya deja de serlo, no aprendes.
-Estoy harto de escucharte todo el tiempo, déjame tranquilo.
-No lo puedo hacer mi querido Ludwig.
-Ese no es mi nombre, déjame en paz.
-Tranquilo amigo, las cosas no son tan sencillas para ti, pero tampoco lo son para mí.
-No soy tu amigo, ni siquiera te conozco…
-Te equivocas, nos conocemos desde siempre, desde aquel instante en que me diste vida en tus pensamientos, en tus ideas obscuras, en tu imaginación incontrolable; siempre he estado contigo, al menos desde que tienes consciencia de tus actos y de tus palabras y de tus pensamientos; de mí, … de mi nunca podrás librarte Amadeus, y si crees que estoy tan solo molestando tu calma y quieta soledad, te equivocas, pues yo soy todo lo que esperas y deseas en esos momentos, si eso no fuera así, simplemente no estaría aquí, no estarías escuchándome, sintiéndome…
-No entiendo, no quiero saber más de ti, no puedo continuar soportándote; mi espíritu…
-Que forma tan inapropiada de utilizar los términos me querido Franz, es un lástima que aquello en lo que crees, eso que tú piensas te da fuerza y te distingue, no sea más que una de las tantas falacias en las que sigues ensimismado, aquellas falacias degenerativas, que se duplican perpetua y constantemente, fallos lógicos que en tu pensar sustenta todo tu ser, y no son más que falsedades y fórmulas absurdas…
-¿Hasta cuándo seguiré escuchando tus reproches, tus agresiones, tus mentiras?...
-Jajajajajaja, ¡cómo es posible que sigas negándolo! Jajajajajaja
-No niego, porque uno niega lo que existe, y no puedo, no estoy en capacidad, me es imposible, es ilógico que pueda negar algo inexistente, como tú.
-Jajajajajaja; entonces, ¿por qué te diriges a mi, por qué me respondes y me contestas con igual, inusitada, o mayor ironía? Es momento de que entiendas que las cosas no son como esperabas.
-Eso lo descubrí hace tiempo, mi querido… basta, no quiero hablar como tú.
-Tonto, y me duele decir esto, porque decírtelo a ti es como decírmelo a mi mismo.
-Calla, no digas más.
-Diré cuanto tenga que decir y cuando tenga que decirlo, sin pedirte permiso, sin siquiera dudarlo cuando así esté decidido; aunque defiendes en tu interior una supuesta libertad, en el fondo tu destino te controla, tu destino ideado por tus dioses oscuros e ininteligibles, ánimas indescifrables y transparentes, como neblina que obnubila tu pensamiento y te llena de visiones de ocultos transgresores rojos, con tridentes transformados en llamaradas de plasma y ojos del color de las ranas venenosas, que te lanzan furtivos ataques insensibles, imperceptibles… no sientes siquiera tu dolor, pero cuando solo te encuentras, tu corazón siente los desgarros insoportables de aquellos espectros impalpables. Piensa un poco en tus ideas, tus pensamientos son ajenos a tu mente, porque me pertenecen y, por lo tanto, tú me perteneces y dispondré sobre ti como me plazca.
-No puedes controlarme, porque cuando yo lo quiera estaré dispuesto a eliminarte.
-Jajajajajaja, ¡todavía no lo comprendes! Me eliminarás cuando yo quiera que lo hagas. Es más, seré yo mismo quien me elimine, y tú un simple instrumento, una tosca y rudimentaria herramienta, apenas útil para mantener en saciados tus instintos.
-¡Calla ruin animal rastrero! ¡Calla!
-Cuando menos lo esperes, te buscaré y te encontraré, donde menos lo pienses, donde menos lo calcules, donde más te duela.