
En la eterna permanencia de tu luz, apenas diminuta si tus ojos me confiesan las certezas del olvido. No espero encontrar una respuesta; no espero encontrar esa respuesta anhelada en tu mirada. Simplemente me resguardo en el extraño resquicio de la aurora que te espanta. Es posible que jamás te vuelva a ver, pues en este instante planeo mi partida, perpetua despedida de mis labios derrotados. Pero aunque no te vuelva a presentir cercana a mí, ni tú me encuentres buscándote en mis sueños, el olvido hará su parte y en mi juego de escondite, al final de la ventana me asomaré a tu alegoría.
Imagen tomada de:
http://www.consumer.es/fotografias/uploaded/medio-ambiente/2007/05/17/0931708001179429192.jpg. Acceso: hoy.
1 comentario:
La luna, del lado luminoso y oscuro ... precioso poema.
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