viernes, 2 de mayo de 2008

NOCHARIO SEMINCRÉDULO Y CUASIMETAFÍSICO


Si muriese al despertar, no podría meditar si la luz del sol en mi cara, se debe a un conjunto de luminosos pensamientos acumulados en mi mente durante el transcurso de la madrugada, y que se manifiestan irracionalmente en el momento preciso de abrir los ojos; o a la indeleble e ilusamente perpetua voluntad de la manipuladora e incorregible energía de la gran lámpara invasora que, por arte de unos cuantos señores de la verdad, pasó a iluminar tan solo siete inéditos mundos y una indescifrable esfera azul. Pero llegué al inadecuado acuerdo, con la apacible e implacable soledad, de que permitiría que sus enormes elefantes negros, continuaran transitando alegremente por las agrestes rutas de mi infinita tristeza, hacia la laguna roja de los manantiales de mi abatido corazón; y por eso fue que, sin al menos una amarga pizca de prejuiciada coherencia, decidí permanecer inmutable ante la oscura transformación de la noche en tiniebla y soportar, sobre mis espaldas, una jornada más de absurda y fingida fortaleza. Cuando al concluir mi tránsito por aquella tormenta de vívida perfidia, de astuto y falso color verde pastel, que tuve que soportar durante un día más de incomprensible y desmedido dolor; sentí que las leonas rojas de la insondable perpetuidad del infinito palacio de la febril guerra del infortunio, por fin se decidían a alimentarse de aquellos inamovibles paquidermos negros. Pero los enormes animales de la paradójicamente desarraigada y a la vez indestructible soledad, transformaban sus permeables vísceras, en sólidas estructuras de blanco marfil, que frente a las crueles y decididas embestidas de las temibles felinas, permanecían completamente intactas, mientras aquellas perecían penosamente en su inútil intento por sembrar la esperanza y devorar la fatiga. Así que al final de cuentas, en el libro mayor de la ignominiosa realidad, la verdad de la melancolía triunfó sobre la ficción de la entronizada algarabía. Fuimos y no somos, porque somos lo que fuimos, para no ser lo que ya somos y añorar a quien amamos.
Imagen tomada de: http://www.herreros.com.ar/melanco/munch.htm. Acceso: 21 de junio de 2008.

No hay comentarios: